En la psicología freudiana, el desarrollo psicosexual
es un elemento central de la teoría psicoanalítica de las pulsiones
sexuales que sostiene que el ser humano, desde el nacimiento, posee una
libido instintiva (energía sexual) que se desarrolla en cinco etapas.
De como se superan esas distintas etapas y como se resuelven sus conflictos va a hacer que posteriormente en la personalidad se marquen mas algunos rasgos o características, esos rasgos o caracteristicas de la personalidad que tienen su origen en esas etapas, se les conoce como fijaciones. La fijación hace que la libido se una fuertemente a
personas o imagos, reproduzca un determinado modo de satisfacción,
permanezca organizada según la estructura característica de una de sus
fases evolutivas. La fijación puede ser manifiesta y actual o constituir una virtualidad prevalente que abre al sujeto el camino hacia una regresión.
El concepto de fijación forma parte, en general, de una concepción genética que implica una progresión ordenada de la libido (fijación a una fase). Pero, aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente de forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión.
El concepto de fijación forma parte, en general, de una concepción genética que implica una progresión ordenada de la libido (fijación a una fase). Pero, aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente de forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión.
Una de esas etapas se conoce como fase anal y sucede entre los 1 y 3 años de edad. La zona erógena es la región anal y el aparato uretral. El niño siente
placer en la retención y expulsión de las heces y de la orina. El
conflicto se plantea entre las demandas de satisfacción del niño y las
normas sociales representadas por los padres. Surge, por tanto, un
conflicto de autoridad-rebeldía (lugar y hora determinados).
Una fijación en esa fase se puede presentar en dos formas.
- Retención anal: Obsesión con la organización y pulcritud excesiva.
- Expulsividad anal: Imprudencia, negligencia, rebeldía, desorganización.
- Expulsividad anal: Imprudencia, negligencia, rebeldía, desorganización.
¿Por qué os suelto este rollo psicoanálitico?. Pues porque o voy a poner un paralelismo con la actualidad, basándome en los dos candidatos a las elecciones americanas celebradas ayer. Si tuviera que analizarlos al menos por lo que han transmitido durante la campaña, diría que Hillary Clinton ha expresado una fijación anal retentiva. Organizada, pulcra, correcta, todo medido y calculado, con una puesta en escena absolutamente medida y calculada. En el lado opuesto Donald Trump nos transmite una fijación anal expulsiva; salidas de tono, improvisación, estoy convencido que sus asesores han estado a punto del ictus varias veces y que se hubieran podido le hubieran tapado la boca.
En esta peculiar forma de ver el proceso electoral americano, esta claro que entre la retención de la corrección de Clinton y la expulsividad de Trump la sociedad ha preferido la segunda opción. Si nos trasladamos a Europa vemos que la tendencia es parecida, en las sociedades europeas se observa una tendencia a valorar la expulsividad. El FN en Francia, el Brexit Británico o la extrema derecha centroeuropea son valores en alza. En contra de la corrección de formas de los movimiento políticos que han venido alternándose 40 años y cuyos discursos se han caracterizado por la retención, están surgiendo y copando cada vez mayor espacio electoral los mensajes expulsivos.
Nada se parece más a un orgasmo, que cuando te estas muriendo de ganas de mear y por fin meas, es una sensación muy placentera, además el ser humano tiene una extraña virtud, que es la de poder identificarse con el placer de otro. Imaginad que cientos, miles y millones de personas tienen restringidos el desahogo de sus miserias, por una estrictas normas sociales desde el poder. Una sociedad que esta en permanente disociación entre lo que piensa y lo que tiene que decir, por miedo a ser juzgado y estimagtizado como intolerante, con alguna etiqueta que acabe en fobo y teniendo que aguantar el expresar cosas que considera injusticias. Ahora imaginad que de repente aparece un personaje o un movimiento que ante toda esa regulación, en vez de aguantarse se baja los pantalones y lo hace mirando al tendido. Es fácil imaginarse el placer en todos esos, que les gustaría imitar ese gesto y darse ese placer, es normal que toda esa gente se indentifique con ese placer que ve en esa persona o movimiento.
Toda esa corrección, orden y pulcritud excesiva de la política tradicional, nos ha convertido en unas sociedades tremendamente retentivas, con muy pocas posibilidades de darse el placer de expulsar y eso es lo que hace que estemos intentando escapar refugiándonos en el otro lado, en el de la imprudencia, la negligencia y la desorganización. Unos nos han hecho aguantar tanto, que una lavativa nos parece un placer.
No me he referido a España, porque en esto bien, bien que spain is diferent y aquí la reacción de respuesta a esta sociedad anal retentiva, no ha sido la aparición de un movimiento expulsivo. Si no que ha aparecido otro movimiento que se cree tan superior moralmente, que ha pensado que el mejor remedio para ese exceso de retención es sodomizarnos, así no tendremos tentaciones de expulsar, si hasta el nombre lo dice: Nosotros Podemos.